09/07/10

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Cómo suicidarse

09/07/10

Si llegaste aquí por medio de buscar en Google el título, tómate tu tiempo para leer este post antes de cerrar este blog.

Aarón era un amigo de la prepa. Durante ese tiempo nos juntábamos mucho y hablábamos de cualquier estupidez. A los dos nos gustaba la música electrónica y solíamos mandarnos tracks por mail. Fuimos juntos solo un año, pero eso bastó para crear una buena amistad. Después de que salimos de la prepa, nos fuimos a dos carreras distintas y nos distanciamos un poco. Aún asi, nos seguíamos viendo en ocasiones; ya fuera en la universidad, o en otro lado. Como vivíamos cerca, a veces venía a mi casa e íbamos por helado de McDonalds. Me la pasaba muy chido con él.
Este sábado en la noche, Aarón tomó una pistola y decidió terminar con su vida. Su padre lo encontró unos momentos después.
Nadie imaginó o sospechó que él fuera a hacer algo así. Él que era tan alegre, tan animoso. Siempre con una sonrisa para todos. Pero era la punta del iceberg, y bajo esa sonrisa había mucha tristeza.
Aarón tenía muchos problemas. Sobre todo en el ambiente familiar. Pero lamentáblemente todos nos enteramos en el funeral. A nadie le contó a profundidad sus problemas. A nadie acudió por ayuda. En su mente él estaba solo y no había otra salida.
Puedo intentar imaginar el tren de pensamientos que lo llevó a tomar una decisión así, y puedo ver como a la falta de la opinión de alguien más hizo que perdiera totalmente la perspectiva de sus problemas. Y estos se volvieron más grande que él. Pero él no estaba solo. Estoy seguro que si él hubiera visto todo el dolor que causó su acto egoísta antes de realizarlo, hubiera cambiado de opinión. Todos los amigos y familiares que estábamos ahí, llorando por él. Todos los que lo pudieron haber ayudado y apoyado.
Yo nunca he justificado el suicidio. Es una decisión bastante estúpida y egoísta. Tengo que reconocer que se necesitan muchos huevos para hacer algo así, pero muy poco razonamiento. Es una salida definitiva, inmediata y fácil. A veces es una venganza. Pero al siguiente día, a él lo enterramos y todos volvimos a nuestras vidas. Lo lloraremos, si. Todos lo extrañaremos. Lloro un poco mientras escribo estas lineas. Pero el único que salió perdiendo todo aquí, fue él. Porque él perdió la posesión más valiosa que cualquier persona puede tener: su vida. Y al final es lo único que importa.
La moraleja rescatable de esta triste historia es la siguiente: Hablen. Platiquen con la gente. Cuéntenle de sus problemas a alguien cercano, a un amigo distante, al dentista, al sacerdote o al taxista. Pero desahóguense. Ningún problema es tan grande como para darse por vencido.


De der a izq: Kare, Aarón y Yo.

Gracias por todo, bro.


kthxbye